Estudio bíblico: "ASI
QUE, ARREPENTIOS Y CONVERTIOS, PARA QUE SEAN BORRADOS VUESTROS PECADOS; PARA
QUE VENGAN DE LA PRESENCIA DEL SEÑOR TIEMPOS DE REFRIGERIO" (Hechos 3:
19).
Uno de los requisitos para
recibir sabiduría es la obediencia a los mandamientos de la suprema Ley de
Dios. Si amamos a Cristo guardamos sus mandamientos. Por ello afirmamos que
universalmente se reconoce que "El principio de la sabiduría es el temor
de Jehová; buen entendimiento tienen todos los que practican sus
mandamientos" (Salmo 111: 10).
Recibir sabiduría es
alcanzar "riquezas y gloria" (1 Reyes 3: 11-13). Esa fue la
experiencia de Salomón como rey de Israel y puede ser la nuestra como pueblo de
Dios.
Veamos el significado
glorioso de ponerse al día con los mandamientos de Dios. Es el apóstol Pedro
quien lo revela cuando nos llama al arrepentimiento, a tener plena conciencia
de haber pecado contra el Señor: "ASI QUE, ARREPENTIOS Y CONVERTIOS, PARA
QUE SEAN BORRADOS VUESTROS PECADOS; PARA QUE VENGAN DE LA PRESENCIA DEL SEÑOR
TIEMPOS DE REFRIGERIO" (Hechos 3: 19). Pero ¿qué significa "tiempos
de refrigerio"? Veamos que uno de los conceptos favoritos entre los judíos
en los tiempos del Antiguo Testamento era que cuando llegara el Mesías
esperado, habría momentos de descanso físico y refrigerio, es decir, fiesta nacional. Ellos anticipaban el tiempo del evangelio
como un momento en el que iban a descansar de sus enemigos, una tregua de los
males de la opresión y la guerra, una gran prosperidad nacional y paz.
Recibir sabiduría es
alcanzar "riquezas y gloria". ¿Es esto correcto, o nos parece la más
terrible herejía? Recordemos lo que dijo
Cristo: "No penséis que he venido a abolir la Ley o los profetas; no he
venido a abolir, sino a cumplir, porque de cierto os digo que antes que pasen el cielo y la tierra, ni una jota,
ni una tilde pasara de la Ley, hasta que todo se haya cumplido. De manera que
cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños y así enseñe a
los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; pero
cualquiera que los cumpla y los enseñe, este será llamado grande en el reino de
los cielos" (San Mateo 5: 17-19). El apóstol Pablo escribió sobre la honra
y la gloria y tenemos que saber exactamente su significado para nosotros que
estudiamos la sabiduría y sus maravillosas consecuencias para nuestra
prosperidad como pueblo. Escribió: "El cual pagara a cada uno conforme a
sus obras: vida eterna a los que, perseverando en hacer el bien, buscan gloria,
honra e inmortalidad; pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen
a la verdad, sino que obedecen a la injusticia" (Romanos 2: 8). Hacer el
bien, es buscar gloria, honra e inmortalidad. Ser inmortal es recibir la vida eterna
que da nuestro Señor Jesucristo.
La justicia es una
condición para ser tan famoso y rico como Salomón. Él lo fue teniendo la
responsabilidad de ser rey y gobernar bien para Israel. Y gobernar bien siempre
significa saber hacer justicia. Como iglesia tenemos el ejemplo de esa gran
comunidad cristiana de la época de los doce apóstoles cuando vivió la
experiencia de socorrer a los pobres y necesitados. Descubramos que no eran
acciones individuales, sino colectivas. Era la iglesia moviéndose en unidad
bien planificada. Es bueno señalar algo muy importante para nosotros hoy día.
Si en aquel tiempo era necesario hacer milagros, curar enfermos, hoy día existe
una gran necesidad: Dar de comer a mucha gente necesitada y es una obra
paralela a la de curar enfermos. Sea por medio de la oración de fe, sea por
medio de la medicina. Lo que nos cuenta la Biblia sobre la primera iglesia es
una revelación perfecta para nosotros hoy día, porque señala un método
financiero para resolver la pobreza y el hambre. Leemos: "ASI QUE NO HABIA
ENTRE ELLOS NINGUN NECESITADO, PORQUE TODOS LOS QUE POSEIAN HEREDADES O CASAS,
LAS VENDIAN, Y TRAIAN EL PRODUCTO DE LO VENDIDO Y LO PONIAN A LOS PIES DE LOS
APOSTOLES; Y SE REPARTIA A CADA UNO SEGUN SU NECESIDAD" (Hechos 4: 34,
35).
Hoy en Venezuela sufrimos una gran crisis.
El hambre es colectiva. No hay suficiente producción de alimentos, y si se
consiguen están encarecidos por el bachaqueo criminal. Unido al acaparamiento y
a la especulación también el dinero efectivo no se consigue. Solo puede
comprarse con las tarjetas de débito o cesta ticket. Eso está sucediendo a esta
fecha: 12 de febrero de 2018.
¿QUE HACER COMO IGLESIA, NO
INDIVIDUALMENTE?
El individualismo existe
como patrón de conducta en nuestra sociedad. Es el culto al Yo, es decir, el
egoísmo. El egoísmo es todo lo contrario del amor. El egoísmo es odio,
destrucción o guerra en todos sus esquemas (bélica, psicológica, económica,
etc.).
El Colectivismo. En esta
época de revolución social, de una nueva Constitución Nacional, de nuevas leyes
que rigen la sociedad, se habla de los
grupos organizados como Colectivos y estos estructurados en Comités de trabajo
social. Venezuela debe cambiar, y está cambiando porque de alguna manera se
exalta el amor al prójimo; y resulta en una gran ventaja para el pueblo de Dios
que debe practicar y enseñar la Ley de Dios. La iglesia como Colectivo ¿puede
superar a los Consejos Comunales?
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