LA CAUSA DE CRISTO


Ciudad Guayana necesita un salvador, un verdadero líder que nos traiga paz y prosperidad. Pero no caigamos en contradicciones al predicar sobre el reino de Dios y su justicia. La promesa no es para después de la muerte. No es para  "cuando Cristo venga en su Segunda Venida"  que comenzará un Gobierno Mundial  justo. El rey sabio Salomón lo dijo y lo demostró: "Cuando el justo gobierna, el pueblo se alegra". Es lo que hace falta: Un Gobierno justo, y  nadie puede negar que a esta fecha estamos sufriendo una terrible crisis humanitaria y que necesitamos resolver la falta de "efectivo", el  hambre y la pobreza.

Trabajar por la Causa de Cristo es la solución a la crisis que debe convocar todo líder espiritual.  Esto ofreció nuestro Señor al explicar el asunto de los recursos para acabar con cualquier crisis: "Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí, y por causa del Evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo: casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna. Pero muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros" (S. Marcos 10: 29-31).

Para que los líderes religiosos sean acompañados en su convocatoria  en esta maravillosa causa humanitaria es tiempo de entender por qué Jesús de Nazaret es  perseguido y crucificado. Fueron varias las causas que un supuesto expediente acumuló contra él: A) Señalarse Hijo de Dios (______). B) Trabajar en día sábado (_____) C) Montar en un pollino y entrar a Jerusalén como Rey (_________).

Pero solo por andar haciendo bien a la gente,  haciendo milagros sobrenaturales como resucitar a los muertos, sanar los enfermos, o multiplicar panes y pescados para alimentar a miles de personas y movilizar al pueblo tras de sí  fue la causa de su muerte. Todas sus obras y milagros lo identificaban como un gran profeta, y esa entrada triunfal a Jerusalén, derramó la copa de la ira de los sacerdotes judíos lo que les impulsó buscar un acusador como Judas Iscariote para enjuiciarlo y ejecutarlo por traición al Imperio Romanos.
Escribe San Mateo: "Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDIOS"(27: 37).

Jesús de Nazaret fue rey sin trono y sin corte burocrática durante 3 años y medio. Pero fue un rey justo. Dio a todos lo que cada uno merecía. Hizo justicia, no nos cabe ninguna duda.
La Biblia Devocional de Estudio comenta:  "...los últimos tres capítulos de Mateo concentran las ironías profundas de la vida de Jesús. Desde su primera oración, Mateo ha estado enfatizando que Jesús es el Mesías, un verdadero rey. A este evangelio a veces se lo llama "real", por referirse tantas veces al reino".

Cuando nuestro Señor Jesucristo, dio detalles precisos del trabajo de los pastores les aclaró el peligro de convertirse en simples asalariados y de no trabajar por el reino de Dios y su justicia, o de darle a cada quien lo que merecía. Lo que se traduce hoy como: "Darle a cada uno según su necesidad y a cada quien según su capacidad". El Señor es el que acusa: "El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas" (S. Juan 10: 10-13).

Cristo es vida en abundancia. Nunca escasez.  Pero ¿que es abundancia?  El Diccionario Enciclopédico Larousse 2003 la define adecuadamente: "Gran cantidad: haber abundancia de alimentos.2. Riqueza, bienestar. Vivir en la abundancia. CUERNO DE LA ABUNDANCIA. Vaso en forma de cuerno, lleno de frutas y flores que simboliza la abundancia y que solía llevar la diosa del mismo nombre. TEORIA DE LA ABUNDANCIA. Economía. Teoría según la cual los medios técnicos modernos permiten producir gran cantidad de bienes muy superior a los medios de adquisición de los consumidores, circunstancia que hace necesario implantar mecanismos que permitan paliar este desequilibrio".

Si buscamos Palabra de Dios para planificar y buscar recursos para llevar adelante un proyecto social  dentro del reino de Dios, existe un maravilloso relato de Jesús como rey justo dando a cada quien lo que necesita. Es el milagro de los cinco panes y dos peces. Este es el registro bíblico: "Cuando anochecía, se acercaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya pasada, despide a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren de comer. Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer. Y ellos dijeron: No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces. Él les dijo: Traédmelos acá. Entonces mandó a la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos, y los discípulos a la multitud. Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas. Y los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños" (S. Mateo 14: 15-21). 

La promesa de poder recibir "cien veces más ahora en este tiempo" (S. Marcos 10: 30) contiene la bendición de aceptar el compromiso de trabajar la tierra ¿Sí o no? ¿Qué significa recibir "tierras" si no es otra causa noble de labrarla y producir alimentos? ¡Hermosa causa, entonces, la del regreso al campo! Existe una profecía que contiene una figura, precisamente, la de la paz mundial por la cual trabajar incansablemente y bendecida por Cristo. Anunció el profeta: "Convertirán sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación ni se adiestrarán más para la guerra" (Isaías 3: 4). Como hijos de Dios somos responsables de la paz mundial y Cristo ya nos bendijo: "Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios" (S. Mateo 5: 9).

 Entre los deberes patrios localizamos el 132 Constitucional que señala lo siguiente: "Toda persona tiene el deber de cumplir sus responsabilidades sociales y participar solidariamente en la vida política, civil y comunitaria del país, promoviendo y defendiendo los derechos humanos como fundamento de la convivencia democrática y de la paz social".

Trabajar por la Causa de Cristo es trabajar por la paz social. Y no hay fórmula que supere el salir al campo y producir alimentos. Que Dios nos bendiga en esta causa.


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